Actualización: Fisiopatología, Diagnóstco y
Manejo de la Hipercalcemia Maligna
Actualizaton: Pathophysiology, Diagnosis and Mana-
gement of Hypercalcemia of Malignancy
Dra. María José Quirós Chacón.1Dr. Adrián Hernández Pereira2
1 y 2 Médico general. Trabajador independiente, Cartago Costa Rica.
quirosmj111@gmail.com
Resumen
La hipercalcemia maligna es una complicación metabólica común de algunos tumores en
estadios avanzados y se define por un valor de calcio sérico mayor a 10.5 mg/dl. Se en-
cuentra principalmente en pacientes con cáncer de mama, pulmón, carcinoma renal, car-
cinoma de células escamosas de cualquier órgano y neoplasias sanguíneas, sin embargo;
puede estar presente en casi cualquier tpo de cáncer. La hipercalcemia maligna humoral
es el principal mecanismo fisiopatológico de la hipercalcemia maligna, no obstante también
puede asociarse a metástasis osteolítcas y con menos frecuencia a producción ectópica de
calcitriol y hormona paratroidea. La hipercalcemia maligna se clasifica en leve con valores
de calcio sérico entre 10.5-11.9 mg/dl, moderada de 12-13.9 mg/dl y severa > a 14 mg/dl;
la hipercalcemia leve suele ser asintomátca mientras que en la formas moderada y severa
se asocian con una presentación clínica variada que van desde síntomas gastrointestnales,
neurológicos hasta aquellos asociados con hipovolemia. Respecto al tratamiento, este se
debe enfocar en la fisiología del trastorno y se recomienda la hidratación agresiva, el uso
de medicamentos como calcitonina, bifosfonatos o denosumab y en aquellos casos necesa-
rios diurétcos, glucocortcoides y diálisis. El pronóstco de los pacientes con hipercalcemia
maligna es pobre y se asocia con altas tasas de mortalidad.
Palabras clave:
Neoplasias, hipercalcemia, metástasis de la neoplasia, mortalidad.
Abstract
The hypercalcemia of malignancy is a common metabolic complicaton in some advanced
stage tumors and it is defined as a serum calcium rate higher than 10.5 mg/dl. It is present
in patents with breast and lung cancer as well as renal carcinoma and squamous cell carci-
noma in any organ and blood neoplasias, although it can be present in any cancer type. The
humoral hypercalcemia of malignancy is the first physiopathology mechanism of hypercal-
09/jun/2020
cemia of malignancy; however, it can also be associated with osteolytc metastasis calcitriol
04/nov/2020
and parathyroid hormone ectopic producton. The malignant hypercalcemia is classified
in mild with serum calcium rates among 10.5 mg/dl and 11.9, moderate rates among 10.5
mg/dl and 11.9 mg/dl and severe with rates higher than 14 mg/dl. The mild hypercalcemia
generally does not have symptoms. The moderate and severe hypercalcemia are associated
to a varied clinic presentaton from gastrointestnal and neurologic symptoms to those re-
lated to hypovolemia deplecion. Treatment should focus on the physiology of the disorder.
It is recommended to provide aggressive hydraton and the use of medicines such as bis-
phosphonates, calcitonin or denosumab and in the cases that require it glucocortcoids and
dialysis. The prognosis of patents with malignant hypercalcemia is poor and it is related to
high rates of mortality.
Keywords:
Neoplasms, hypercalcemia, neoplasm metastasis, mortality.
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Introducción
La hipercalcemia maligna fue descrita por primera vez en el año 1921, corresponde a una emergencia oncológica y actual-
mente es una de las principales complicaciones metabólicas asociadas a tumores en estadios avanzados y en casos severos,
puede ser amenazante para la vida si no se trata a tempo (1, 2). La hipercalcemia maligna se presenta en un 20% a un 30%
de los pacientes con cáncer diagnostcado, sin embargo; aparece con mucha menor frecuencia en población pediátrica con
cáncer, en las cuales se estma que ocurre en un 0.4 % a 1.3 % de los casos (3, 4, 5).
La definición de hipercalcemia corresponde a un valor de calcio sérico mayor a 10.5 mg/dl o 2.5 mmol/L (3, 6). Este aumento
de calcio puede producirse por múltples mecanismos, sin embargo frecuentemente es inducido por malignidad y es común
encontrarlo en tumores líquidos tales como mieloma múltple (corresponde al que presenta mayor prevalencia con respecto
a todas las neoplasias), leucemia y linfoma no Hodgkin; además en tumores sólidos como cáncer de mama, pulmón, carci-
noma renal y carcinoma de células escamosas de cualquier órgano (4, 5).
El objetvo de la presente revisión bibliográfica corresponde a unir y sintetzar la información publicada de forma reciente en
los últmos cinco años acerca del tema de hipercalcemia maligna, sus mecanismos fisiopatológicos, manifestaciones clínicas,
diagnóstco, tratamiento y pronóstco de la misma; con el fin de facilitar su actualización en la comunidad cientfica.
Método
El presente artculo se elaboró basado en una amplia revisión de diferentes fuentes bibliográficas, específicamente artculos
cientficos confiables y que incluyen medicina basada en evidencia de múltples bases de datos como The New England Jour-
nal of Medicine, PubMed, ELSEVIER, así como las guías ESMO de oncología y además se utlizó literatura del libro Principios
de Medicina Interna de Harrison para un total de 20 fuentes bibliográficas, de las cuales se citaron 16 de ellas, ya que fueron
seleccionadas únicamente las que cumplían con los requisitos de no poseer más de 5 años de antgüedad y el de contener
información precisa, clara y que fueran fundamentales para el desarrollo del presente trabajo.
Fisiopatología
La hipercalcemia maligna humoral es el primer principal mecanismo causante de hipercalcemia maligna, está presente en
el 80% de los casos; y es más comúnmente asociado a carcinomas de células escamosas como cáncer de pulmón, cabeza y
cuello, esófago, piel, cérvix y otros como mama, riñón y vejiga (4, 7).
En condiciones fisiológicas, el cuerpo produce péptdo relacionado a la parathormona (PTHrP) un péptdo con una estructura
10% similar a la Paratohormona (PTH), el cual funciona dentro de la micro circulación, regulando el tono del músculo liso y
en la mama en el transporte de calcio a través del epitelio para llevarlo a leche materna (1, 4). Sin embargo, por su similitud
a la PTH el PTHrP produce absorción de calcio renal específicamente a nivel del túbulo proximal, favorece la excreción de
fósforo con la consecuente fosfaturia y a nivel óseo desencadena la formación de RANKL (proteína soluble esencial para la
formación, función y supervivencia de los osteoclastos) en el osteoblasto, el cual se une al receptor RANK del osteoclasto
para actvarlo y estmular la resorción ósea (4, 8). Se desconoce el mecanismo de la inducción de PTHrP en las neoplasias ma-
lignas, pero algunos estudios sugieren que los tejidos que se asocian con la hipercalcemia maligna humoral generan PTHrP
durante el desarrollo o la renovación celular (9).
El PTHrP parece no aumentar la producción de 1.25 dihidroxivitamina D, por lo cual la absorción intestnal de calcio y fósfo-
ro no está aumentada a diferencia de la hipercalcemia por producción ectópica de calcitriol; la hipercalcemia hormonal no
aumenta los niveles de fósforo (1, 4).
El segundo mecanismo fisiopatológico más frecuente corresponde a las metástasis osteolítcas, las cuales son responsables
del 20% de los casos de hipercalcemia maligna (10, 11). Las causas comunes de tales metástasis son mieloma múltple, cán-
cer de mama y pulmón, seguido de leucemia y linfoma (11, 12). La condición de hipercalcemia se desarrolla a partr de una
liberación excesiva de calcio del hueso, previamente la teoría propuesta se trataba de destrucción ósea directa por las células
malignas, lo cual es un error común (8, 13). No obstante, ahora se ha demostrado que el tumor induce la secreción de cito-
quinas locales y estas pueden estmular la producción local de PTHrP, que a su vez induce actvación excesiva de osteoclastos
y resorción ósea como se mencionó anteriormente (10, 13). Múltples interleucinas, factor de necrosis tumoral alfa, factor
de crecimiento transformante beta y prostaglandina E2 son las principales citocinas (o factores humorales) asociados con la
remodelación ósea (10, 14). Además en el caso de mieloma múltple la proteína inflamatoria de macrófagos 1 alfa, induce la
osteoclastogénesis en las células de la médula ósea e inhibe la diferenciación celular de osteoblastos en la médula (10, 13).
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La hipercalcemia maligna producida por el aumento en los niveles de 1. 25-dihidroxivitamina D (calcitriol) representa el
tercer mecanismo fisiopatológico en orden de frecuencia, no obstante aparece en menos del 1% de los pacientes con hiper-
calcemia maligna y se asocia principalmente con linfoma Hodgkin y neoplasias hematológicas aunque también se reportó un
caso asociado a disgerminoma de ovario (4, 5, 15). Se ha postulado que en dicho mecanismo, las células tumorales poseen
sobreactvidad de la alfa-1-hidroxilasa enzima responsable de la conversión de 25-hidroxivitamina D a 1. 25-dihidroxivitami-
na D; por su parte el calcitriol estmula los osteoclastos para la reabsorción ósea y promueve la absorción intestnal de calcio
y fósforo (5, 15). Por lo tanto, la hipercalcemia maligna asociada al aumento de calcitriol se da no solo por aumento de la
resorción sino también de la absorción (4).
El cuarto mecanismo está dado por la secreción ectópica de hormona paratroidea (PTH) y se ha reportado en menos del 1%
de los casos de hipercalcemia maligna (10, 13). A diferencia de la PTHrP, la hormona producida por el tumor es estructural-
mente idéntca a la PTH (12). Se encuentra asociado a cáncer de pulmón y ovario, así como sarcoma y tumores neuroendo-
crinos (5, 10). Sin embargo, el hiperparatroidismo primario por adenoma paratroideo o hiperplasia también puede ocurrir
concomitantemente en pacientes con neoplasias malignas (10, 13).
Clínica
La hipercalcemia comúnmente se clasifica según los valores de calcio sérico en: hipercalcemia leve 10.5-11.9 mg/dl, hi-
percalcemia moderada de 12-13.9 mg/dl e hipercalcemia severa ≥ a 14 mg/dl (10). Por lo general, la hipercalcemia leve es
asintomátca no obstante la hipercalcemia moderada y severa frecuentemente se asocian con una variedad de síntomas
inespecíficos relacionados a depleción de volumen por la diuresis osmótca que genera la hipercalcemia (7, 10).
Las manifestaciones clínicas de la hipercalcemia incluyen síntomas gastrointestnales como baja ingesta oral, náuseas, vó-
mitos y constpación, atribuibles a la acción del calcio en el músculo liso, esto junto con la poliuria que genera los niveles
aumentados de calcio a nivel renal contribuyen al desarrollo de la hipovolemia, además se ha asociado a este padecimiento
la pancreatts sin embargo el mecanismo fisiopatológico es aún desconocido (8). A nivel de sistema nervioso central, la hi-
percalcemia se asocia con ansiedad, depresión, disfunción cognitva y aquellos pacientes con niveles de calcio muy elevados
pueden llegar a presentar letargia, confusión, estupor e inclusive coma (4, 8). Cabe mencionar que aunque no es un síntoma,
la lesión renal aguda parece ser la secuela más importante asociada a hipercalcemia, producto de la vasoconstricción directa
de las arterias renales inducida por la depleción de volumen (4). Específicamente la hipercalcemia maligna generalmente es
severa, sintomátca, de inicio súbito y se asocia a un cáncer previamente diagnostcado (9, 10).
Diagnóstco
En cuanto al diagnóstco, se recomienda la realización de exámenes de laboratorio en los cuales se debe obtener niveles
PTH, PTHrP, calcio total, calcio ionizado, albúmina, creatnina, nitrógeno ureico, fosfatos, y de ser posible, niveles de 25-hi-
droxivitamina D y 1. 25-dihidroxivitamina D (7, 8). Si en el laboratorio no es posible la medición del calcio ionizado, este se
debe calcular por medio de la siguiente fórmula de corrección del calcio sérico total: calcio corregido= niveles de calcio sérico
+(0,8 x [4.0-niveles de albúmina en sangre {g/dl}] además se debe realizar un electrocardiograma de 12 derivaciones ya que
la hipercalcemia se asocia con alargamiento del intervalo PR, acortamiento del intervalo QT, un QRS ancho y arritmias ventri-
culares (7). Así bien, los estudios de laboratorio son una guía para encauzar el diagnóstco, se debe pensar en hipercalcemia
maligna humoral cuando los niveles de PTHrP son elevados y los niveles de PTH son bajos; por su parte la hipercalcemia hu-
moral y aquella por osteólisis ósea difieren entre sí por el nivel de PTHrP, con niveles elevados en la humoral y niveles bajos
o normales en osteólisis ósea (8, 13). Un aumento en las concentraciones de calcitriol con niveles normales o bajos de PTH
son sugestvos de secreción ectópica de calcitriol (11).
Diagnóstco Diferencial
La hipercalcemia comúnmente es producida por dos principales mecanismos, el hiperparatroidismo primario y la hipercal-
cemia maligna, que juntos representan el 90% de las causas y en un principio el sentdo diagnóstco se debe encauzar en
descartar dichos mecanismos, sin embargo no se debe perder el enfoque de que existen múltples etologías causantes de
hipercalcemia, lo cual pone en evidencia la necesidad de descartar las diferentes posibilidades diagnóstcas tales como:
alteraciones metabólicas (hipercalcemia hipocalciúrica familiar, hiperparatroidismo primario, enfermedad de Addison), in-
fecciones (tuberculosis, HIV, coccidiomicosis, sarcoidosis), dieta y fármacos (consumo exógeno de Vitamina D, Lito, suple-
mentos de calcio y diurétcos tazidas) (5, 10).
Se debe mencionar que si bien es cierto, comúnmente los pacientes con cáncer que presentan hipercalcemia son en su
mayoría por causa de hipercalcemia maligna, no se debe caer en el error de asumir lo anterior ya que el 10% de paciente
con hipercalcemia maligna tenen hiperparatroidismo concomitante, lo que nos obliga a descartar la presencia de esta en-
fermedad en pacientes con cáncer (4, 5).
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Tratamiento
El tratamiento óptmo de la hipercalcemia maligna depende de la gravedad del cuadro y las causas subyacentes (6, 10). El
objetvo principal de la terapia será el tratamiento definitvo de la neoplasia (ej. cirugía, quimioterapia, radioterapia); sin
embargo en aquellos casos que no resuelven únicamente con antcancerígenos adecuados, debe plantearse la terapia an-
thipercalcémica simultánea, especialmente para la hipercalcemia moderada a severa (6, 13). El tratamiento debe dirigirse
específicamente contra los mecanismos fisiopatológicos mediadores y es esencial disminuir la concentración de calcio en
suero, aumentar la excreción urinaria de calcio e inhibir la resorción ósea (10).
Los pacientes asintomátcos con hipercalcemia leve generalmente no requieren tratamiento inmediato. Para este grupo se
establecen medidas generales, las cuales incluyen la eliminación de la ingesta de calcio de cualquier fuente, aumento en la
ingesta de agua libre vía oral y la descontnuación de medicamentos que causan hipercalcemia (diurétcos tazídicos, lito,
vitamina D) (6, 13).
Aquellos casos de personas sintomátcas (generalmente con niveles de hipercalcemia de moderada a severa), deben ser
tratados de forma inmediata y agresiva con terapia anthipercalcémica: hidratación, seguida de diurétcos de asa (en casos
necesarios), calcitonina, bisfosfonatos y denosumab; entre otros fármacos que han sido descritos recientemente (6).
Hidratación
La mayoría de los pacientes con hipercalcemia asociada a malignidad presentan deshidratación al momento de la valoración,
como resultado de la disfunción renal inducida por hipercalcemia (diuresis osmótca) y por la disminución de la ingesta de
líquidos orales secundario a náuseas y vómitos (13). Por lo tanto, la piedra angular del tratamiento inicial de la hipercalcemia
es la rehidratación intravenosa con solución salina isotónica, la cual induce la expansión de volumen y por lo tanto inhibe
la reabsorción de sodio y calcio en el túbulo proximal (5, 6). El volumen para la rehidratación depende de la gravedad de
la hipercalcemia, la edad del paciente y las comorbilidades del mismo; sin embargo, usualmente el tratamiento emergente
inicial implica la administración en bolo de 1 a 2 litros de suero fisiológico, seguido de una infusión de 200 a 300 ml/h para
mantener un gasto urinario entre 100 y 150 ml/h (7, 11).
Teóricamente, el bloqueo del transportador de sodio, potasio y cloruro en el asa de Henle mediante el uso de diurétcos de
asa como furosemida podría mejorar la calciuria (5), sin embargo su uso rutnario no es recomendado ya que puede causar
depleción de volumen y trastornos hidroelectrolítcos; por lo que debe ser reservado para pacientes que expresan signos de
sobrecarga de líquidos mientras reciben rehidratación intravenosa, especialmente aquellos con insuficiencia cardíaca (1, 10).
En caso de que se amerite su uso, la furosemida puede administrarse una vez que se ha restablecido el volumen intravascu-
lar, a una dosis baja de 20 a 40 mg intravenoso, cada 1 a 4 horas (6).
Bifosfonatos
Los bisfosfonatos son tratamiento de primera línea, su mecanismo de acción se basa en que inhiben la resorción ósea y
disminuyen la mineralización ósea al interrumpir la actvidad de los osteoclastos, la FDA (Food and Drug Administraton)
aprueba el uso de ácido zolendrónico y pamidronato para el tratamiento de hipercalcemia maligna, ambos medicamentos al
compararlos directamente se consideran aceptables, sin embargo el ácido zolendrónico es más potente (6, 13). Los bifosfo-
natos son eliminados por el riñón, por lo que debe usarse de forma cautelosa en pacientes con enfermedad renal y aquellos
en los que se utlice es necesario considerar la infusión prolongada y el ajuste de dosis (13, 14).
El tratamiento con estos fármacos debe iniciarse tan pronto como sea diagnostcada la hipercalcemia maligna (en un período
de máximo 48 horas tras el diagnóstco), debido a que su inicio de acción por vía intravenosa es de 2 a 4 días y su pico de
acción generalmente ocurre entre los 4 y 7 días (6, 10). Consecuencia de su pico de acción, para la hipercalcemia persistente
o refractaria, las dosis repetdas de bisfosfonatos deben administrarse posterior a 7 días desde la primera dosis (13, 14). El
pamidronato se administra con una dosis de 60 mg a 90 mg vía intravenosa durante 2 a 24 horas (con normocalcemia de
hasta 18 días) y el ácido zolendrónico con dosis de 4 mg intravenoso en infusión de 15 a 30 minutos (normocalcemia se
mantene hasta 32 a 43 días) (4, 8, 10).
Calcitonina
Es un medicamento de segunda línea, disminuye la resorción ósea y también aumenta el aclaramiento urinario de calcio (5,
15). Se utliza como tratamiento temporal inmediatamente después del diagnóstco de hipercalcemia maligna para reducir el
tempo de acción de los bifosfonatos, ya que la principal ventaja de la calcitonina es que actúa de forma rápida (4 a 6 horas)
y su pico de acción se da entre las 12 y 24 horas (5).
Su dosis inicial es de 4 unidades/kg por vía subcutánea o intramuscular cada 12 horas hasta que inicie la acción terapéutca
de los bifosfonatos, si no se obtene respuesta después de la administración inicial, se pueden dar dosis de hasta 8 unidades/
kg cada 6 horas (4, 10). No obstante, es un medicamento con eficacia relatvamente baja ya que disminuye la calcemia en 1
a 2 mg/dl y su efecto es limitado debido a la taquifilaxia, que usualmente se desarrolla en 3 días (5, 10, 12).
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Denosumab
Es un antcuerpo monoclonal humano contra RANKL y puede usarse como tratamiento de primera línea para la hipercalce-
mia maligna en pacientes con cuadros persistentes a pesar de la terapia con bifosfonatos (1, 6). El denosumab no es elimina-
do por los riñones, de manera que su uso es seguro en pacientes con enfermedad renal crónica (4, 6). Sin embargo, su efecto
puede ser más pronunciado en pacientes insuficientes renales, por lo que se recomienda reducir la dosis administrada para
evitar hipocalcemia (10, 13).
La dosis descrita para denosumab corresponde a 120 mg subcutáneo y debe repetrse en el día 8, 15 y 29, posteriormente
debe ser administrado cada 4 semanas (5, 13). Su efecto se observa en los primeros 10 días tras la administración y tene
duración media de 104 días (10, 13).
Información reciente sugiere que el denosumab puede ser más efectvo que los bifosfonatos para reducir el riesgo de desa-
rrollar hipercalcemia maligna o retrasar la aparición de esta (13, 15).
Cortcoesteroides
Los glucocortcoides inhiben la conversión de 25-hidroxivitamina D en calcitriol, disminuyendo la absorción intestnal y renal
de calcio (7). Son una opción terapéutca para hipercalcemia maligna asociada a sobreproducción endógena de calcitriol
secundaria a linfoma Hodgkin o no Hodgkin (6, 7).
Los esteroides generalmente administrados son: hidrocortsona de 200 a 400 mg/día durante 3 a 4 días, seguido de predni-
sona de 10 a 20 mg/día durante 7 días; o prednisona de 40 a 60 mg/día durante 10 días; si la prednisona no es útl después
de 10 días, debe suspenderse (10, 13). Su tempo de respuesta es incierto, sin embargo se cree que ronda una semana (4).
Opciones terapéutcas alternatvas
Cinacalcet es un agente calcimimétco que actva el receptor censador de calcio y ha sido aprobado para la reducción de
hipercalcemia en paciente con carcinoma paratroideo, sin embargo se reportan algunos casos en los que se utlizó como
tratamiento para hipercalcemia maligna con éxito, no obstante se necesita más investgación para recomendar su uso rutna-
rio en estos pacientes (16). Por otra parte, el nitrato de galio es un medicamento que inhibe la actvidad osteoclástca y está
aprobado para el tratamiento de la hipercalcemia maligna, sin embargo se asocia a gran cantdad de efectos secundarios
por lo que es poco utlizado (6). Finalmente y como últmo recurso de tratamiento en pacientes con hipercalcemia severa e
incontrolable se puede considerar la diálisis para aquellos pacientes en que su hipercalcemia se acompaña de falla renal (5).
Pronóstco
La hipercalcemia maligna frecuentemente indica un pobre pronóstco en el curso de la neoplasia (5, 8, 14). Se describe peor
pronóstco cuando el mecanismo fisiopatológico que la produce está ligado al aumento en los niveles de proteína relaciona-
da a la hormona paratroidea (PTHrP) (14).
Estudios previos informan mortalidad del 50 % de los casos al cabo de 30 días desde el diagnóstco de hipercalcemia (2, 11,
13). En un estudio retrospectvo de 126 pacientes con hipercalcemia maligna y enfermedad refractaria a la quimioterapia,
la mediana de supervivencia fue de 1 mes, con un 75 % de mortalidad a los 3 meses; en aquellos a quienes el tratamiento
antcancerígeno estuvo disponible, la mediana de supervivencia fue de cuatro meses y otro análisis retrospectvo de casi
8,000 pacientes demostró una supervivencia de 12 meses de solo el 25 % (4).
Por otro lado, no está claro si la hipercalcemia asintomátca anuncia el desarrollo posterior de cáncer, sin embargo un estudio
demostró que pacientes con hipercalcemia están en mayor riesgo de presentar cáncer a 1 año (1, 8).
Conclusión
La hipercalcemia maligna es una emergencia metabólica que comúnmente ocurre en estadios avanzados de las neoplasias
y se puede producir a partr de cuatro mecanismos fisiopatológicos, de los cuales la hipercalcemia humoral es la más fre-
cuente, seguido por metástasis osteolítcas, aumento de calcitriol y finalmente secreción ectópica de paratohormona. Las
manifestaciones clínicas de la hipercalcemia están directamente relacionadas con el valor de calcio sérico, estas pueden ir
desde presentaciones asintomátcas en los casos leves, hasta una variedad de síntomas inespecíficos asociados a deple-
ción de volumen por la diuresis osmótca que genera la hipercalcemia; además de alteraciones gastrointestnales, renales
y neurológicas en casos moderados y severos. Para el diagnóstco resulta crucial la realización de estudios de laboratorio,
tales como calcio total, calcio ionizado, albúmina, pruebas de función renal, PTH, calcitriol que nos permitan determinar la
gravedad del cuadro clínico, y encauzar el diagnóstco de un posible mecanismo fisiopatológico; así mismo se deben estudiar
posibles complicaciones relaciones a la hipercalcemia tales como alteraciones en el sistema de conducción, alteraciones
hidroelectrolítcas y falla renal. El tratamiento se dirige a personas sintomátcas con valores de hipercalcemia de moderada a
severa e incluye rehidratación agresiva como primer paso y cuando se determine que la hipercalcemia está asociada a la ma-
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lignidad de fondo, el tratamiento debe establecerse según la fisiopatología que la produce, siempre enfocado en disminuir la
concentración de calcio en suero, ya sea al aumentar la excreción urinaria de calcio o al inhibir la resorción ósea.
A pesar de que la malignidad corresponde a una de las principales causas de hipercalcemia, no en toda persona con cáncer
e hipercalcemia se debe asumir que la causa es por malignidad, por el contrario se recomienda contemplar las diferentes
posibilidades diagnóstcas y la coexistencia entre las etologías de hipercalcemia, tales como hiperparatroidismo primario,
causas metabólicas, infecciosas, fármacos o dieta.
Finalmente, aunque la eficacia de las terapias ha sido ampliamente descrita, la hipercalcemia maligna acarrea pobre pronós-
tco, generalmente asocia un cáncer en estado avanzado y a menudo refractario con supervivencia en el orden de meses;
debido a la alta mortalidad que presenta esta patología se recomienda establecer objetvos del tratamiento y cuidado del
paciente en conjunto con su médico oncólogo y medicina paliatva así como realizar un acompañamiento actvo del paciente
y su familia una vez se diagnostque este padecimiento.
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