Síndromes post gastrectomía: Clínica, Diagnóstico y
tratamiento.
Post gastrectomy syndromes. Clinic, Diagnosis, and Treatment.
Pedro Quirós Portuguez1 Irina Calderón Vega2 Rodolfo Vargas Mena3
1 y 3 Médico general. Caja Costarricense de Seguro Social, San José Costa Rica. 2 Médico general
Trabajador independiente, San José Costa Rica
Contacto: pedroq2622@hotmail.com
RESUMEN
Los síndromes post gastrectomías se describen como complicaciones
posoperatorias tardías, donde una de la causa más común es la cirugía bariátrica,
ya que en la actualidad es un procedimiento frecuente. La cirugía gástrica modifica
la anatomía y la fisiología gástrica; y esto incide en el desarrollo de estas entidades.
El síndrome de dumping y la gastritis por reflujo alcalino se describen como las
más frecuentes, mientras que el desarrollo del síndrome de asa aferente no es tan
frecuente en la actualidad. El síndrome dumping se le denomina también síndrome
de vaciamiento gástrico, los síntomas que presenta se dividen en tempranos que son
gastrointestinales y vasomotores, y los tardíos donde resalta el desarrollo de una
hipoglicemia tardía como respuesta a un hiperinsulinismo. Por otro lado, tenemos el
síndrome de asa aferente, que es un proceso meramente mecánico debido a un asa
aferente excesivamente larga, donde los síntomas que refieren estos pacientes están
relacionados con dolor abdominal posprandial, calambres y vómitos no alimentarios
que alivian por completo el dolor. Y la gastritis por reflujo alcalino se debe a la
exposición crónica del remanente gástrico a las sustancias biliosas y pancreáticas
que inducen dolor abdominal postprandial ardoroso, asociado a náusea y vómitos
Cómo citar:
biliares sin contenido alimentario que alivia parcialmente el dolor abdominal. La
Quiros Portuguez,
identificación de estos síndromes es importante ya que deterioran la calidad de vida
P. I., Calderón
de los pacientes y requieren un manejo adecuado por parte de los médicos.
Vega, I., & Vargas
Mena, R. Síndromes
Palabras Clave: gastrectomía, síndrome dumping, gastritis, obstrucción intestinal.
post gastrectomía:
Clínica, Diagnóstico
y Tratamiento.
ABSTRACT
Revista Ciencia Y
Salud Integrando
Post-gastrectomy syndromes are described as late postoperative complications,
Conocimientos, 5(6),
where one of the most common cause is bariatric surgery, as it is currently a
Pág. 33-42. https://
common procedure. Gastric surgery modifies gastric anatomy and physiology and
doi.org/10.34192/
cienciaysalud.v5i6.363
this affects the development of these entities. Dumping syndrome and alkaline reflux
gastritis are described as the most common, while the development of afferent
loop syndrome is not as common today. Dumping syndrome is also called gastric
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emptying syndrome, the symptoms that present are divided into early ones that
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are gastrointestinal and vasomotor, and late ones where the development of late
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hypoglycemia in response to hyperinsulinism stands out. On the other hand, we
have the afferent loop syndrome, which is a merely mechanical process due to an
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excessively long afferent loop, where the symptoms reported by these patients are
postprandial abdominal pain, cramps and non-food vomiting that completely relieve
pain. And alkaline reflux gastritis is due to chronic exposure of the gastric remnant
to bilious and pancreatic substances that induce burning postprandial abdominal
pain, associated with nausea and bile vomiting without food content that partially
relieves abdominal pain. The identification of these syndromes is important since
they deteriorate the quality of life of patients and require proper management by
physicians.
Keywords: gastrectomy, dumping syndrome, gastritis, intestinal obstruction.
INTRODUCCIÓN
Introducción: Son síndromes que se presentan posterior a la realización de cirugías gástricas como
complicaciones posoperatorias tardías, ya sea como resultado de cirugía bariátrica o gastrectomía por
complicaciones de úlcera gástrica o neoplasias que afectan a este órgano. El procedimiento de cirugía
gástrica, induce varios trastornos que afectan la fisiología generalmente causados por pérdida de función
de reservorio, interrupción del mecanismo del esfínter pilórico y resección transversal del nervio vago,
estas afectaciones no suelen inducir síntomas a largo plazo, pero los síntomas digestivos y cardiovasculares
causan en ocasiones trastornos que hacen referencia a síndromes post gastrectomía, por ende es necesario
determinar la causa y su respectivo tratamiento (1,2,6, 14).
MATERIALES Y MÉTODOS.
Este artículo se basa en una revisión bibliográfica con publicaciones de un máximo de 6 años de antigüedad,
se obtuvieron en diversas plataformas como PudMed, Scielo, Cochrane Library y Medline.
Epidemiología:
La presencia de estos síntomas de forma estadística es baja, representando 1-3% de los casos, pero en
ocasiones impacta la calidad de vida de los pacientes. Se describe que solo 1% de la población presenta
discapacidad permanente. Existen síndromes post gastrectomía más comunes que otros, y los que
predominan más son el síndrome de dumping y la gastritis por reflujo alcalino (1).
Actualmente se considera la cirugía bariátrica como la causa más probable de estos síndromes y de
deficiencias nutricionales, afectando la calidad de vida de estos pacientes de una forma importante (6,14).
Síndrome Dumping (Síndrome vaciamiento gástrico).
Dumping es el término que se refiere a un síndrome con síntomas gastrointestinales como vasomotores,
es característica la mayor afectación gastrointestinal con un menor efecto cardiovascular, se desconoce
su causa, pero se ha relacionado a no medir la cantidad de alimentos ingeridos en la porción proximal del
intestino delgado después de la vagotomía y la resección o división del esfínter pilórico (1,2,3,4,14).
Esto se puede desarrollar debido a cualquier cirugía gástrica o esofágica, pero es más frecuente que se
presente por gastrectomía parcial con reconstrucción de Billroth II (2,10,14).
La literatura hace referencia a que este síndrome es prevalente aproximadamente en un 20% por vagotomía
con piloroplastia, 40% bypass gástrico en Y de Roux o manga gástrica, y hasta un 50% en esofagectomía.
También se ha descrito posterior a funduplicatura de Nissen en niños y adultos. Diversos estudios publicados
en los últimos 15 años, indican que la cirugía bariátrica es la principal causa del síndrome de dumping
postoperatorio, debido al aumento de las intervenciones bariátricas (3,10,14).
Los síntomas son muy debilitantes y afectan emocionalmente a los pacientes en gran medida, disminuyendo
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la calidad de vida de forma sustancial y puede inducir una pérdida de peso considerable como resultado de
que el paciente evite el consumo de alimentos (3,4,14).
Clasificación
Se clasifica en temprano, que se presenta en los primeros 20-30 minutos, generalmente en la primera hora
posterior a la ingesta de alimentos o tardío que se manifiesta a las 2-3 horas posprandial (2,3,4,10,14).
Los síntomas iniciales de evacuación son inmediatamente posteriores a la ingestión de alimentos, incluye
náuseas, malestar epigástrico, dolor abdominal, plenitud gástrica, borborigmos, diarrea explosiva.
La afectación cardiovascular se caracteriza por palpitaciones, taquicardia, hipotensión, diaforesis,
desvanecimiento, rubor, diplopía en ocasiones y en ocasiones extremas mareos y/o síncope (1,2,3,4,14). Los
síntomas tardíos se dan posterior a una comida entre 1 y 3 horas, incluyen hipoglicemia reactiva, más los
síntomas antes mencionados (1).
Fisiopatología
Los mecanismos que se ven involucrados se deben a efectos osmóticos, liberación de hormonas peptídicas
y respuestas neuronales autonómicas (3,4).
El vaciado gástrico distal se encuentra controlado por contracciones cíclicas del antro y la resistencia
pilórica coordinada. En la fisiología normal, el estómago distal retiene, tritura y controla el vaciado de
partículas pequeñas de comida en el duodeno, el tránsito acelerado de carbohidratos hiperosmolares en el
intestino delgado genera desplazamiento de líquido desde espacio intravascular hacia la luz del intestino
delgado y genera la liberación de múltiples hormonas entéricas como péptido inhibidor vasoactivo, péptido
inhibidor gástrico, neurotensina y serotonina, esto afecta la secreción gástrica e intestinal, motilidad y el
flujo sanguíneo esplácnico, esta hipovolemia intravascular relativa induce la liberación de epinefrina, dando
origen a los síntomas vasomotores (2,3,4,10, 14).
No se sabe con claridad si este cambio de líquido es parte de la fisiopatología o solo es consecuencia del
mismo, con respecto a la última interpretación se ha establecido que la sustitución por vía intravenosa de
líquidos no es eficaz en la prevención de los síntomas tempranos (10).
El estómago se vacía a gran velocidad, esto guarda una cierta especificad con los hidratos de carbono que se
liberan de forma rápida al intestino proximal, al pasar al intestino delgado se absorben de forma inmediata,
causando hiperglicemia por la liberación de enteroglucagón, que desencadena gran secreción de insulina
para controlar el aumento de glucosa a nivel plasmático, esta respuesta al hiperinsulinismo es impulsada por
el efecto de incretinas posterior a la ingesta oral de carbohidratos, generando una sobrecompensación, lo
que desencadena una profunda hipoglicemia como respuesta a la gran secreción de insulina, la hipoglicemia
activa a la glándula suprarenal, liberando estas catecolaminas que provocan una reactividad adrenérgica,
que induce diaforesis, tremor, leve cefalea, taquicardia y confusión, este complejo no se diferencia del
shock insulínico. Los síntomas que están ligados a la hipoglicemia se deben a la neuroglucopenia que se ve
indicada por fatiga, debilidad, confusión, hambre y síncope. La actividad vagal y simpática clínicamente se
hace evidente por sudoración, palpitaciones, temblores e irritabilidad (2,3,4,10,14).
El vaciado gástrico acelerado es la consecuencia de alteraciones quirúrgicas porque se pierde la relajación
receptiva, acomodación proximal del estómago que suelen presentarse en la vagotomía, cuando también
existe pérdida de la capacidad gástrica o control en el vaciamiento con pérdida de la retroalimentación
duodenal, y la inhibición del vaciado, lleva a un proceso acelerado. Las cirugías causan que se pierda la
retroalimentación del duodeno al estómago como Billroth II, que presenta mayor índice de descarga que
otros procedimientos. Entonces se describe que la gastrectomía total y subtotal asocie mayor incidencia de
dumping que la antrectomía (14).
En ocasiones, no se pueden separar de forma detallada las manifestaciones tempranas de las tardías, ya
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que pueden ocurrir de forma aislada o a la vez. Esto depende según el tipo y extensión de cirugía así será la
prevalencia de los síntomas tempranos y tardíos. Estos síntomas pueden ser persistentes en estos pacientes
por muchos años posterior a la cirugía (10).
Este síndrome puede generar una pérdida o aumento de peso, en los casos graves disminuye la calidad
de vida de forma importante de los pacientes más una pérdida significativa de peso ya que los pacientes
evitan la ingesta de alimentos, los casos severos pueden tener una pérdida de peso de hasta el 30% de su
peso preoperatorio, antes se creía que esto formaba parte del beneficio de la cirugía bariátrica pero se
ha demostrado que la pérdida de peso posterior a la derivación gástrica en Y de Roux no depende de la
presencia de estos síntomas de evacuación intestinal, se han descrito estudios en donde algunos pacientes
presentan aumento de peso (3, 10).
Diagnóstico
Se debe sospechar cuando existe la presencia de múltiples síntomas y signos sugestivos en aquellos que se
sometieron a cirugía gástrica o esofágica. Se debe realizar una historia clínica y una evaluación extensa de
los síntomas para un diagnóstico preciso. Uno de los indicadores que funciona como una buena pista clínica
es la fatiga profunda que experimenta la persona posterior a la comida con la necesidad de recostarse (10).
Se deben descartar complicaciones postoperatorias como estenosis, adherencias e insulinoma. Los
pacientes pueden tener falta de conciencia de que le ocurren hipoglicemias, debido a que esto suele ser
recurrente. Se pueden implementar cuestionarios, control de glicemia, pruebas de glucosa oral o estudios
que valoren el vaciado gástrico para confirmar diagnóstico (3,10).
ESCALA DIAGNÓSTICA
Cuestionarios que se basan en síntomas como el Sigstad´s, se utilizan para identificar aquellos pacientes
que tienen síntomas clínicamente evidentes. Sigstad´s se desarrolló para identificar los pacientes con o sin
síndrome dumping en los tiempos de la cirugía de úlcera péptica (5,10).
El objetivo principal de Sigstad´s es identificar la fase temprana mediante el diagnóstico de signos
y síntomas como un aumento del hematocrito, siendo indicador de hipovolemia. Su precisión no se ha
establecido en pacientes que se les realizó cirugía bariátrica o en aquellos que se sometieron a cirugía del
tracto gastrointestinal superior. No hay precisión diagnostica para pacientes sometidos a cirugía bariátrica
o cirugía digestiva superior (3, 10).
La obtención de dicha puntuación se logra según los puntos dados para cada uno de los 16 síntomas del
síndrome, siendo los puntos totales lo que sugiere el diagnóstico. Una puntuación 7 sugiere el diagnóstico,
pero <4 precisa descartar otro diagnóstico. Puntuaciones entre 5-6 representan área gris para diagnosticar.
Antes de realizar este cuestionario se realiza una prueba de tolerancia a glucosa oral, con el objetivo de
puntuar y calificar la gravedad de los síntomas (3,5,10).
A continuación se describe la lista de síntomas con su respectiva puntuación:
1. Shock +5
2. Síncope, inconciencia +4
3. Deseo acostarse o sentarse +4
4. Disnea +3
5. Debilidad/agotamiento +3
6. Somnolencia, apatía +3
7. Palpitaciones +3
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8. Inquietud +2
9. Mareos +2
10. Cefalea +1
11. Sensación de calor, diaforesis, palidez, piel húmeda +1
12. Náuseas +1
13. Plenitud abdominal, meteorismo +1
14. Borborigmos +1
15. Eructos -1
16. Vómitos -4
Medidas de glicemia
Se pueden valorar medidas únicas de glucosa en plasma, ya sean programadas o aleatorias durante las
visitas de seguimiento posterior al procedimiento quirúrgico. El valor diagnóstico que brinda es bajo pero
el valor clínico se vuelve importante cuando se correlaciona con los síntomas tardíos de este síndrome.
No se han entablado de forma definitiva valores corte de glucosa, pero muchos clínicos consideran que
concentraciones de glucosa plasmática <2,8 mmol/L (50mg/dL) son indicación de hipoglicemia post bypass
gástrico, otros consideran niveles <3,3 mmol/L (60mg/dL) para el diagnóstico. La toma de glucosa capilar
no es válida ya que no pueden determinar con presión el rango de hipoglicemia. En los casos complejos se
recomienda monitorización continua (10).
Pruebas de provocación
La sospecha se puede confirmar mediante prueba de tolerancia a la glucosa o la prueba de tolerancia a las
comidas mixtas (10).
Cuando se realiza la prueba de tolerancia a la glucosa, los pacientes deben ingerir 50-75 gramos de
glucosa en solución posterior a un ayuno nocturno. Antes de hacer la prueba se debe determinar glucosa,
hematocrito, frecuencia de pulso, y presión arterial, con un intervalo de 30 minutos cada uno hasta 180
minutos posterior a la ingestión. Es positiva para síndrome dumping temprano cuando los síntomas se dan
en los primeros 30 minutos, el hematocrito >3% o existe un aumento de la frecuencia de pulso mayor a diez
latidos por minuto, siendo este último el indicador más sensible. Es positiva para síndrome dumping tardío
cuando en los 60-180 minutos posterior a la ingestión se desarrolla hipoglicemia (10).
Cuando se realiza la prueba de tolerancia de las comidas mixtas, estas deben presentar carbohidratos,
grasas y proteínas posteriores a un ayuno nocturno. Se debe recolectar sangre antes de la toma de los
alimentos y monitorizar cada 30 minutos por dos horas, lo que se vigila son los perfiles glicémicos e insulina.
Esta es positiva cuando se desarrolla hipoglicemia dentro de los 60-180 minutos posterior de la ingesta de
la comida (10).
Por diversos aspectos como bolsas gástricas pequeñas, o la frecuencia de hipoglicemia post bypass gástrico
con o sin síntomas, la precisión diagnostica es baja para las pruebas de tolerancia a glucosa porque no
existe una normalización de parámetros. Actualmente las guías de práctica clínica no apoyan su uso para el
diagnóstico de hipoglicemia postprandial. La prueba de tolerancia de comida mixta se considera fisiológica
y más prometedora para su uso, pero no se han establecido valores normativos (10).
Estudio vaciamiento gástrico
Se puede establecer la tasa de vaciamiento gástrico para confirmar diagnóstico. La gammagrafía
de vaciamiento gástrico se trata de ingerir comida blanda con una cantidad muy pequeña de material
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radiactivo, y medir la tasa de vaciamiento en un plazo de 1 h a 4 horas posterior a la comida. Pero tienen baja
sensibilidad y especificidad, ya que la etapa de vaciamiento ocurre muy poco tiempo después y esa parte
no se evalúa de forma correcta. Teniendo en cuenta que la duración de todo el estudio se integra con un
único valor y esto puede neutralizar si existió un efecto de vaciado rápido inicial (10).
Tratamiento
La mayoría de pacientes experimenta esto de forma leve en el postoperatorio temprano, pero las alteraciones
dietéticas menores mejoran con el paso del tiempo, donde solo se mantiene el 1%. El tratamiento incluye
modificación dietética, fármacos, reintervención quirúrgica o alimentación continua por sonda. Existen
tratamientos que solo se indican para Sd dumping tardío como la acarbosa, mientras que hay otros que
funcionan para ambas presentaciones como los análogos de la somatostatina (1, 10).
Modificación de la dieta
Se utiliza como enfoque inicial para controlar el síndrome y funciona bien para la mayoría de los pacientes.
Se debe educar a los pacientes para esta modificación dietética y se debe repetir antes de elegir otro
tratamiento. Se debe reducir la cantidad de comida en cada tiempo, se recomienda alimentación seis
veces al día como mínimo, evitar la ingesta de líquidos por 30 minutos al menos, se deben eliminar los
carbohidratos de rápida absorción; esto con el objetivo de evitar la hipoglicemia reactiva. La dieta debe
ser rica en fibra, proteína, fruta y verduras. Evitar consumo de alcohol. Se debe comer despacio y masticar
de forma adecuada los alimentos. Se ha intentado la utilización goma guar o pectina con el objetivo de
aumentar la viscosidad de los alimentos, pero no es tolerado por los pacientes. Si estas recomendaciones
no modifican los síntomas se recomienda a los pacientes que se recuesten 30 minutos posterior a la ingesta
de alimentos, con el objetivo de retrasar el vaciado gástrico y disminuir los síntomas de hipovolemia (10,14).
Intervención farmacológica
Se utiliza en aquellos que no responden a los cambios dietéticos.
Acarbosa: Es un α -inhibidor de la hidrolasa de la glicosidasa, su mecanismo de acción es ralentizar la digestión
de los carbohidratos en el intestino delgado, esto controla la hiperglicemia posprandial e hipoglicemia
clásica posterior. Actualmente solo es práctico utilizarlo en los síndromes de dumping tardío. Entre sus
efectos adversos se describe mal digestión de carbohidratos, hinchazón, flatulencia y diarrea (1, 10).
Análogos somatostatina: Se considera una buena opción en pacientes con dumping bien establecido, y en
pacientes que no responden ni a la modificación dietética ni al tratamiento son acarbosa. Lo que induce es
una inhibición de los GLP-1, retardando el vaciamiento gástrico, mejora hipoglicemia y reduce síntomas de
descarga tanto temprana como tardía. Los de acción corta se administran por vía subcutánea tres veces
al día por ser de acción corta, y los de acción prolongada se administran por vía intramuscular cada 2 a 4
semanas. Efectos adversos frecuentes son diarrea náuseas, esteatorrea, dolor en el sitio de la inyección.
Cabe agregar que no han recibido la aprobación respectiva su uso en este síndrome (1,2,9,10).
Reintervención quirúrgica
La gran cantidad de pacientes que se someten a derivación en Y de Roux y que desarrollan hipoglicemia
post prandial, responden de forma adecuada a la modificación dietética o a la acción farmacológica. En
aquellos que no funcione se considera la reintervención quirúrgica, en su mayoría no son eficaces y raras
veces se realizan por falta de efectividad y mucha mortalidad, como en el caso de la pancreatectomía. Entre
las reintervenciones que se podrían realizar individualizando cada caso son la colocación de una sonda
gástrica, reversión del bypass gástrico con o sin resección concomitante del manguito y restricción de la
bolsa gástrica (10).
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Síndrome asa aferente
Se describe como una complicación mecánica de la gastrectomía parcial con gastroyeyunostomía tipo
Billroth II, Y Roux o duodenopancreatectomía cefálica. Suele presentarse posterior a dos semanas del
procedimiento quirúrgico en su presentación clásica, pero hay reportes de casos donde se ha evidenciado
el desarrollo de este cuadro clínico en pacientes de 10-15 años posterior a la cirugía, razón por la cual no se
debe excluir el diagnóstico si se presenta fuera del intervalo quirúrgico habitual (8,11,12,13).
Es infrecuente y ocurre en <1% de los individuos, esto se debe a la poca frecuencia de gastrectomía con
gastroyeyunostomía Billroth II. Se trata de una obstrucción mecánica pura, que es causada por adherencias
post operatorias, angulación del asa, estenosis de la anastamosis, herniación, neoplasia, inflamación
circundante de la anastomosis o enterocolitos, bezoares y cuerpos extraños (8,11,13,14).
Es causado por la obstrucción parcial de la rama aferente, la cual es incapaz de vaciar su contenido, posterior
a esto se produce la acumulación de secreciones pancreáticas y hepatobiliares dentro de la rama, lo que
induce distensión, provocando molestias epigástricas y espasmos. La presión intraluminal aumenta tanto
que puede vaciar con fuerza el contenido del asa aferente hacia el interior del estómago causando reflujo
de las secreciones biliares y pancreáticas, lo cual genera vómito de origen biliar, lo cual alivia de forma
inmediata la sintomatología. Esto con el paso del tiempo genera necrosis y perforación (2,8).
Fisiopatología
Se puede desarrollar una manifestación aguda y crónica. Clásicamente la aguda se presenta en el transcurso
de una a dos semanas posterior a la cirugía y se puede atribuir a gastroparesia o íleo, pero es importante
determinarla porque puede dar fuga del muñón duodenal, porque la fuga ante una obstrucción duodenal
aguda es una emergencia quirúrgica. Si no existe fuga duodenal, las secreciones biliares y pancreáticas,
provocan el aumento de la presión en un duodeno que se encuentra ya distendido. Si no se realiza una
descompresión, esto va llegar a un circuito ciego con sobrecrecimiento bacteriano, desconjugación de
sales biliares, esteatorrea, deficiencia de hierro, deficiencia de vitamina B12, lo cual con el tiempo induce
anemia megaloblástica. En su presentación crónica existe una obstrucción parcial, el circuito cerrado se
descomprime de forma intermitente en el remanente del estómago, que genera la emesis de origen biliar
sin contenido alimentario (2,14).
Manifestaciones clínicas
Los síntomas típicos de dolor abdominal posprandial inmediato más la presencia de calambres, acompañados
de vómitos sin contenido alimentario que alivian por completo el dolor. Al examen físico se describe un
dolor abdominal, fuerte, súbito, este se presenta antes de que paciente desarrolle sensibilidad abdominal
localizada y la protección voluntaria, el dolor es desproporcionado a los hallazgos físicos de una emergencia
quirúrgica (11,14).
Diagnóstico
Tomografía computarizada abdominal es el estándar de oro, que evidencia un asa aferente obstruida y
distendida, como masa tubular llena de líquido, el diámetro puede oscilar alrededor de 5cm. También este
estudio permite evaluar la presencia de patología benigna o maligna en el lugar de la obstrucción. Otro
método de imagen que se puede utilizar es la ecografía abdominal, acá se observa una estructura tubular o
en forma de U, en la parte superior que cruza transversalmente la línea media del abdomen (11,14).
Tratamiento
Sus causas se clasifican en benignas y malignas; en aquellos casos donde se origina por causas malignas se
suele utilizar abordaje conservador mientras que, en las causas benignas sí se recomienda procedimiento
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quirúrgico. La cirugía es el tratamiento primario urgente en la presentación aguda ya que si se retrasa se
puede generar necrosis de todo o parte del duodeno; si existe una necrosis parcial, de igual forma, se puede
preservar el asa aferente. Cuando es completa la necrosis se debe realizar una pancreatoduodenectomía,
pero no es frecuente. Cuando se indica la corrección quirúrgica, este problema se debe a una rama aferente
larga y el tratamiento corresponde a la eliminación de esta asa. Se realiza una conversión de Billroth II a
Billroth I, enterostomía por debajo de la estoma y la creación en Y Roux (2,13,14).
En primera instancia se recomienda brindar tratamiento conservador para aliviar síntomas, pero realmente
no existe un consenso de tratamiento. Cuando no son actos para cirugía se puede realizar un drenaje biliar
transhepático percutáneo; suele ser eficaz como tratamiento paliativo, pero puede generar riesgo de fuga
de gases o contenido intestinal hacia la cavidad peritoneal que puede causar infección grave o septicemia.
Se han documentado intervenciones endoscópicas para este síndrome, por ejemplo, un estudio se evaluó
la inserción endoscópica de sonda nasogástrica y es una técnica conservadora para causas benignas, pero
estos procedimientos no siempre funcionan de forma adecuada. Cuando se trata de una recidiva maligna
y su supervivencia es muy corta se debe evitar la intervención quirúrgica y se debe optar por la colocación
endoscópica de un stent autoexpandible dentro del asa aferente obstruido (2,12,13,14).
Gastritis por reflujo alcalino.
Este término se reserva para pacientes que presentan la triada clásica de dolor epigástrico postprandial
ardoroso, náuseas, vómitos con contenido alimentario, este dolor se alivia de forma parcial posterior a la emesis
y la evidencia endoscópica de reflujo biliar hacia el estómago. Esto suele presentarse de forma transitoria
en 10-20% posterior al procedimiento, pero solo persiste el 1-2%. Se debe realizar un diagnóstico diferencial
para un paciente con dolor epigástrico postoperatorio, incluyendo ulceración recurrente, enfermedad biliar
y pancreática, obstrucción de asa aferente y esofagitis. A largo plazo, los pacientes experimentan pérdida
de peso y anemia; y es frecuente que se presenten 1-3 años posterior a la gastrectomía (1,14,15).
Fisiopatología
Se debe a exposición crónica del remanente gástrico a las secreciones biliares y pancreáticas debido a
la pérdida del píloro. Es frecuente posterior al Billroth II y menor incidencia con el Billroth I y piroplastía.
En la actualidad no es tan común debido a la disminución de la gastrectomía por úlcera péptica como la
preferencia del uso en Y Roux (14,15).
Diagnóstico
Se debe realizar énfasis en dolor, náuseas y vómitos biliosos asociado a hallazgos endoscópicos de bilis con
respectiva inflamación del estómago distal. Aun así, el diagnóstico es difícil de determinar porque muchos
pacientes poseen reflujo biliar e inflamación, pero no poseen síntomas. Se debe descartar otro diferencial
antes de entablar diagnóstico. Se debe realizar una tomografía para descartar algún proceso obstructivo
del intestino delgado (14,15).
Endoscopia es fundamental para evaluar el estado de la anastamosis y el remanente gástrico, los hallazgos
clásicos del reflujo biliar son eritema, presencia de bilis en el remanente gástrico, pliegues engrosados,
atrofia y petequias. Se debe realizar biopsias para determinar la histología de gastritis (14,15).
Tratamiento
El tratamiento se debe iniciar con el médico que suele ser ineficiente, pero se deben implementar medidas
conservadoras antes de medidas quirúrgicas. Teóricamente, de primera línea se usa colestiramina, ya que
se une a los ácidos biliares y así reduce la inflamación y el reflujo, pero ningún fármaco produce un alivio de
los síntomas (14,15).
El pilar fundamental es quirúrgico, mediante gastroyeyunostomía en Y de Roux, con objetivo de desviar
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el contenido biliar y pancreático del remanente del estómago. Este procedimiento es muy efectivo para
eliminar los vómitos de origen bilioso, pero se ha reportado dolor recurrente y problemas con vaciamiento
gástrico tardío postoperatorio (1,2,14,15).
CONCLUSIONES
En la actualidad, identificar estos síndromes toma relevancia por el auge de la cirugía bariátrica. Se
caracterizan por ser complicaciones que se desarrollan en el post operatorio tardío. El diagnóstico oportuno
por parte del médico toma relevancia, ya que son entidades que afectan en gran parte la calidad de vida
de los pacientes.
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